Semblanza

Fotografía del Dr. Enrique Calderón

Dr. Enrique Calderón Alzati

Director Honorífico del ILCE

Nacido en la capital mexicana en septiembre de 1938, el Doctor Calderón Alzati dedicó su vida al estudio, primero de las matemáticas y después, de la física. Ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, para cursar la carrera de Ingeniería Mecánica, la cual cambió por su verdadera pasión: la Física Teórica. Su particular visión acerca de estas asignaturas a las que él veía como los instrumentos que lo acercarían a los verdaderos conocimientos que se empeñó en dominar, lo llevaron, a partir de la década de 1960, a dirigir sus esfuerzos a la investigación en el campo de la entonces naciente computación. Así, se trasladó a Estados Unidos, concretamente a la Universidad de Pensilvania, para realizar sus estudios de posgrado hasta concluir su doctorado en Lingüística Computacional. Pero sus inquietudes no se detuvieron ahí. Desde sus primeros años como universitario, comenzó a dar clases y el contacto con los estudiantes despertó en él una genuina vocación por la docencia.

Al reunir estos conocimientos y experiencias multidisciplinares, el Doctor Calderón reflejó su inquietud sobre la forma en que asignaturas como las matemáticas y la física se enseñaban habitualmente a los niños, niñas y jóvenes, sin una visión sólida de vinculación con los problemas de su entorno para solucionar problemas más cercanos a su realidad. Con el tiempo, esto se tradujo en una serie de aportaciones al ámbito escolar que han contribuido a mejorar y fortalecer diversos procesos concernientes a la evaluación académica o la gestión de servicios escolares en instituciones como la UNAM; el desarrollo de un Sistema de Registro y Control Escolar para la Secretaría de Educación Pública, SEP y del Sistema Geomunicipal de Información, entre otras. Cabe destacar la creación de la Fundación Arturo Rosenblueth, un organismo privado dedicado a actividades de desarrollo tecnológico tanto de servicios para distintas dependencias gubernamentales, empresas e industrias, como a la investigación, enseñanza y difusión de la computación y la informática.

En lo que respecta a la investigación sobre la didáctica y la pedagogía enfocadas a la Educación Básica y Media Superior, así como a la actualización docente en diversos niveles, el Doctor Calderón se avocó a tareas como la creación e impulso del Proyecto Galileo de Tecnología Educativa, centrado en el diseño y desarrollo de herramientas tecnológicas, entre ellas una serie de laboratorios virtuales para enriquecer la enseñanza y el aprendizaje de distintas asignaturas y lograr una construcción integral y significativa del conocimiento. Asimismo, dejó un importante legado de estudios sobre el conocimiento del cerebro humano en la educación, el aprendizaje de la lengua y la literatura o la didáctica de las ciencias experimentales y las matemáticas, aspectos que conforman los fundamentos de gran parte de la labor desplegada por el ILCE desde su llegada al frente de la actual gestión de este Instituto hace poco más de tres años, misma que ha permitido que este organismo se mantenga como un referente obligado en los ámbitos académico y de la comunicación educativa, no sólo en nuestro país, sino en América Latina.

Un entusiasta investigador, profesor, escritor y articulista que será recordado siempre por su visión no sólo científica sino también humanista de la educación.